Pratyahara

Buenos días yoguis y yoguinis,

Ayer  y en estas semanas he tenido algunas experiencias que me han  recordado uno de los principios de la práctica. Si bien, nuestra práctica no sólo son posturas, hay detrás una filosofía y una ética, de hecho empezamos un ciclo de teoría el año que viene…

_*Pratyahara*_ es uno de estos principios, tiene que ver con el control sensorial de lo externo.

O estar en clase y escuchar un taladro al lado,… o estar en relajación y escuchar a las personas que suben y bajan por las escaleras hacia el Gimnasio alegres, riendo…

Nos pasa a menudo que estamos en la práctica y escuchamos a los niños jugar a la pelota con el cristal de nuestra puerta…?

¿A que si? 

O estar en la sala de Santa Cruz y que alguien nos abra la puerta…?

Lo cierto es que si lo piensas…cuando estás muy muy muy concentrado en algo, te aislas del mundo y puedes centrar toda tu atención en lo que estás haciendo…y eso lo “entrenamos” en Yoga.

Se llama *Pratyahara*.

_No podemos apagar el mundo?_, el mundo sigue y con él, todas las personas que tienen vida…

Pero *si* podemos entrenarnos en que lo externo exista, pero no nos moleste en nuestra práctica, pues la *atención* va donde tú quieres que vaya…?️

Así que si encontramos una “interrupción” en nuestra próxima Clase, démosle la bienvenida pues es una oportunidad para practicar _Pratyahara_ ?

Feliz y hermoso día ???

Buddha, Dharma y Sangha…

En este momento solo me senté, escuché, miré, dentro y fuera de mi corazón y sentí el anhelo de acercarme un paso más a las Tres Joyas. Fué en el 2019 y estuve allí sentada, se hizo de noche, pasó un tiempo, no se cuanto, pero un tiempo.

Un paso más para ser yo misma, para estar alineada con mi corazón, conmigo misma, con el amor, con la bondad, con las virtudes de todo ser humano, con el bienestar…

Un momento donde alguna semilla interna “brotó chiquito” en mi interior y en silencio se ha ido abriendo paso conectando mis sueños, dando sentido a los pasos de estos últimos meses, de este último año. Dando vida, fuerza e impulso a otras semillas, algunas muy profundas, algunas ancestrales, otras olvidadas y algunas familiares…

Mi vida profesional y personal se abrazan como agua y leche; siento cierto descanso interno porque por fin puedo desarrollar y aportar mi granito de arena a la sociedad. Un granito que humildemente desea ofrecer bienestar, luz, serenidad, amor, autocuidado, acompañar en el buen vivir, acompañar en el “buen morir”, contribuir a una sociedad más sana, a una educación más consciente, una educación para la paz, salud, un bienestar desde dentro, coherencia, a través de las clases de yoga y meditación, cursos, talleres, encuentros o sesiones individuales de terapias energéticas o yoga, meditación, etc…

Para tod@s. Para tod@s… con un foco muy amplio en la diversidad funcional y en todo lo que abarca el concepto, pero con la base de adaptar la práctica para todas las personas que lo deseen, que quieran sumar bienestar a su presente y cultivar salud para su futuro.

Ling pasa a ser *Ling Natural Yoga* . Emerge desde unas raíces muy profundas, conectadas a la tierra, honradas, agradecidas y nutridas por las enseñanzas de varias escuelas, tradiciones budistas, terapias energéticas, la experiencia propia de la vida y la inquietud continua de seguir aprendiendo, formándome, para estar al servicio.

En este camino muchos maestros me han inspirado, pero en continuo y en raíz Alejandro Torrealba Alvarez a quien menciono sintiendo profundo agradecimiento, junto a toda mi familia yóguica, mi Sangha, dentro de ella mi marido Gustavo Rivera Herrera y familia que también me abrazan, me nutren e impulsan en ese camino.

Deseo que el fruto de este proyecto sea para y por el bien de todos los seres, que aporte a la sociedad, que te aporte a ti, que abrace el bienestar, el crecimiento interno, la transformación, la paz, el amor, la alegría, la belleza, que sume un poquito para que seamos una humanidad dignificada en su condición y que entre todos podamos sumar para crear un mundo mejor.

Comenzamos.