Yoga adaptado para personas mayores

Yoga adaptado para mayores: moverse, respirar y seguir perteneciendo

Con los años el cuerpo cambia, y también cambian los miedos.
Muchas personas mayores me dicen lo mismo:

  • “Tengo miedo a caerme.”
  • “Me noto rígida, pero ya no estoy para estas cosas.”
  • “No quiero ser una carga.”
  • “No tengo equilibrio”

El yoga adaptado para mayores nace justo ahí: en el cruce entre el deseo de seguir vivos y activos, y la necesidad real de cuidar un cuerpo que ya no responde como a los 30.

En Ling Natural Yoga trabajo a diario con este perfil. Te cuento cómo lo hago y por qué tiene sentido hablar de yoga más allá de la esterilla.

Qué necesita de verdad una persona mayor

Más que “posturas bonitas”, una persona mayor necesita:

  • Seguridad: sentir que no va a perder el equilibrio ni hacer movimientos bruscos.
  • Claridad: instrucciones simples, repetidas, sin tecnicismos.
  • Ritmo lento: tiempo para entrar y salir de cada gesto.
  • Respeto: que nadie le trate como “incapaz” ni le infantilice.
  • Compañía: sentirse parte de un grupo, aunque sea pequeño.

Cuando diseño una clase de yoga para mayores, pienso menos en flexibilidad extrema y más en:

  • poder levantarse de la silla con autonomía,
  • caminar con más estabilidad, evitar las caidas
  • respirar mejor,
  • dormir un poco más tranquilo.
  • Relajación, reducir estrés

Lo que nos dice la evidencia sobre yoga y envejecimiento

No es solo intuición.
Varios estudios con personas mayores muestran que el yoga:

  • mejora el equilibrio y la movilidad, lo que se relaciona con más independencia en la vida diaria OUP Academic+1
  • ayuda a aumentar fuerza suave y rango de movimiento PMC+1
  • puede mejorar la calidad del sueño y la sensación general de bienestar PMC+1

No es magia ni promesa de juventud eterna.
Es práctica constante, bien adaptada, que apunta a tres pilares:

  1. Cuerpo: movilidad, fuerza suave, equilibrio.
  2. Respiración: regular el sistema nervioso.
  3. Cabeza y ánimo: más calma, más foco, menos sensación de “declive”.

Cómo adapto la práctica en Ling Natural Yoga

En el trabajo con mayores, el punto de partida no es la postura, es la persona.

Algunas claves de cómo lo adapto:

1. La silla como aliada

El yoga en silla permite practicar aunque cueste bajar al suelo. También usamos ladrillos, elásticos, cintos de yoga. Pero hoy te hablo de la silla.
La silla ofrece:

  • apoyo para el equilibrio,
  • referencias claras para la postura,
  • sensación de seguridad.

Las recomendaciones generales hablan de sillas estables, sin ruedas, en superficie plana, y de avanzar siempre de forma gradual para evitar mareos o sobreesfuerzos Aura Wellness Center+2Harvard Health+2

2. Menos es más

  • Menos posturas, más repetición.
  • Menos intensidad, más atención.
  • Menos “tienes que”, más “prueba hasta donde sea cómodo”.

El objetivo no es “hacer mucho”, sino hacer bien y que la persona quiera volver.

3. Movimientos funcionales

Trabajo gestos que se conectan con la vida diaria:

  • levantarse y sentarse con control,
  • girar el tronco sin dolor para mirar hacia atrás,
  • flexionar caderas y rodillas para subir un bordillo,
  • abrir el pecho para respirar mejor y mejorar la postura.

4. Respiración simple y accesible

Nada complicado.
Solo:

  • inhalar por la nariz con suavidad,
  • exhalar un poco más largo,
  • coordinar la respiración con el movimiento.

Esto ayuda al sistema nervioso a salir del modo alerta y a entrar en un estado más regulado.

Cómo es una clase de yoga adaptado para mayores conmigo

Te lo cuento como una secuencia real:

  1. Llegada y saludo
    • Tiempo para sentarse, acomodarse, preguntar cómo vienen hoy.
    • Escuchar si hubo caídas, mareos, cambios importantes.
  2. Aterrizar en el cuerpo
    • Sentados en la silla, notar pies, manos, respiración. O tumbados, si se sienten cómodos.
    • 3–5 minutos de respiración suave para marcar el ritmo.
  3. Movilidad articular sencilla
    • Cuello, hombros, muñecas, caderas, rodillas, tobillos.
    • Todo con movimientos pequeños y controlados.
  4. Secuencias en silla y de pie con apoyo
    • Elevar y bajar brazos.
    • Pequeños giros de columna.
    • Transferencias de peso de un pie al otro, agarrados a la silla o a la pared.
  5. Ejercicios de equilibrio seguro
    • Un pie delante del otro, manos en la silla.
    • Despegar un talón del suelo manteniendo puntos de apoyo.
  6. Relajación final adaptada
    • Sentados o semi-recostados, nunca en una postura que genere angustia.
    • Palabras sencillas, silencios breves, respiración natural.
  7. Cierre
    • Preguntar cómo se van, qué notan diferente respecto al inicio.

Para quién es y para quién no es

El yoga adaptado para mayores, o espacio Vital, como lo llamo en la escuela, es especialmente interesante si la persona:

  • tiene más de 60–65 años y nota pérdida de movilidad,
  • tiene miedo a caerse,
  • vive con dolor articular moderado,
  • se siente sola y quiere un espacio de grupo,
  • fue activa en el pasado y quiere retomarlo con cuidado.
  • Tiene alguan patología crónica, dolor o proceso oncológico.

No sustituye la atención médica ni la fisioterapia.
Siempre recomiendo hablar con el médico antes de empezar cualquier actividad nueva, sobre todo si hay:

  • problemas cardíacos,
  • caída reciente,
  • operación reciente,
  • mareos frecuentes o falta de aire. Aura Wellness Center+1

Igualmente siempre pido un cuestionario de salud para cuidar a la persona en su práctica, y saber mejor qué actividad le va a venir bien. Apoyándome en todo lo que sí puede hacer la persona.

Si acompañas a alguien mayor

Si tienes una madre, un padre o un familiar que encaja en esta descripción, puedes ayudar mucho con gestos simples:

  • ofrecerte a acompañarle a la primera clase,
  • normalizar que empiece “más tarde” que otros,
  • recordarle que el objetivo no es ser joven, sino vivir mejor lo que sí hay hoy.

Cómo seguimos desde aquí

En Ling Natural Yoga, en Santa Cruz de Tenerife, sostengo espacios de yoga adaptado para mayores en grupos reducidos y en sesiones individuales.

Si lees esto desde otra ciudad, puedes tomar estas ideas como guía para buscar un espacio o contáctame si quieres realizarlo online, en todo caso:

  • pregunta si trabajan con silla y adaptaciones,
  • observa si el ritmo es respetuoso,
  • mira si se escucha de verdad a cada persona.

Si estás cerca y quieres que tu madre, tu padre o tú mismo probéis una clase de yoga para mayores, puedes escribirme y vemos juntas qué formato tiene más sentido.

La edad cambia el cuerpo, sí.
Pero mientras haya respiración y ganas, siempre podemos encontrar una forma de seguir moviéndonos, con dignidad y presencia. Mis maestros dicen, que si hay aliento, hay práctica. 🙂

Ling

Nos vemos en la esterilla.

Más allá de la esterilla: cuando el yoga empieza a transformar la vida

Esta semana, en varias clases, se ha repetido algo que no es casualidad: muchos alumnos han compartido que sienten que han cambiado por dentro desde que empezaron a practicar yoga de forma regular.

Algunos hablan de más conexión consigo mismos.
Otros nombran mejoras físicas claras: menos dolor, más funcionalidad, más flexibilidad.
Pero, sobre todo, aparece algo que va más allá del cuerpo:

  • más claridad mental
  • más dirección en lo que quieren
  • más calma
  • un descanso interno que les acompaña el resto del día

Escuchar esto, una y otra vez, confirma algo esencial: cuando el yoga se vive con consciencia, la práctica ya no se queda en la esterilla. Empieza a convertirse en un modo de estar en la vida.

Lo que mis alumnos cuentan: señales de que la práctica está echando raíz

A lo largo de esta semana han surgido comentarios como estos (resumidos):

  • “Me siento mucho más conectada conmigo misma que cuando empecé.”
  • “Noto mi cuerpo más funcional, me muevo con menos miedo y más confianza.”
  • “Siento más flexibilidad, pero lo que más valoro es cómo estoy por dentro.”
  • “Me ayuda a tener claridad cuando me bloqueo.”
  • “Después de clase, el resto del día voy diferente: más tranquila, más centrada.”

Si miras bien, todos estos cambios tienen algo en común:
no hablan solo de “hacer posturas”, hablan de cómo el yoga empieza a ordenar la vida por dentro.

En cada sesión trabajamos:

  • respiración consciente
  • movimiento amable y adaptado al cuerpo real de cada persona
  • espacios de quietud, silencio y contemplación

Es ahí donde se siembran las semillas: pequeñas experiencias de presencia que, repetidas semana tras semana, abren una mirada interna nueva.

Beneficios que van mucho más allá del cuerpo

Claro que el cuerpo cambia con la práctica:

  • mejoras en flexibilidad y movilidad
  • más fuerza y estabilidad
  • alivio de ciertas molestias o dolores
  • sensación de cuerpo más “habitado” y disponible

Pero lo que mis alumnos destacan una y otra vez son los efectos invisibles:

  1. Conexión interna
    Empiezas a escucharte más. Reconoces antes cuándo estás cansado, saturada, tenso. Y puedes actuar antes de llegar al límite.
  2. Claridad y dirección
    Al calmar la mente, se ordenan las prioridades. Lo que antes era ruido, ahora se ve con más nitidez: qué te hace bien, qué ya no toca, qué necesitas cuidar.
  3. Gestión del estrés y del ánimo
    La respiración, la atención plena y ciertos movimientos regulan el sistema nervioso. Eso se traduce en menos reactividad, menos ansiedad y más capacidad para responder, en lugar de saltar en automático.
  4. Descanso profundo
    Muchas personas comparten que duermen mejor o que, al menos, sienten un “descanso interno” que no siempre implica dormir más, sino descansar de otra manera.
  5. Cambios en lo cotidiano
    Lo interesante no pasa solo en clase. Empiezas a notar que respiras antes de discutir, que ralentizas el paso cuando estás acelerado, que tratas tu cuerpo con más respeto.

En resumen: la práctica te entrena para la vida, no para hacer una postura perfecta.

Más que yoga: una práctica que nutre el alma

Para mí, como profesora, es una alegría escuchar que las clases “nutren el alma”. Porque eso es exactamente lo que busco:

  • que el cuerpo se sienta acompañado, no exigido
  • que la mente tenga un espacio para descansar del ruido
  • que el corazón encuentre un lugar seguro donde aflojar un poco las defensas

Desde el Método Ling Natural Yoga®, trabajamos el yoga como camino de transformación personal completo, no solo como ejercicio físico.

Eso significa:

  • respetar el ritmo de cada persona
  • adaptar la práctica a la realidad de cada cuerpo (edad, lesiones, diversidad funcional, procesos de salud)
  • incluir siempre respiración, meditación y momentos de silencio
  • mirar la experiencia desde una visión más amplia, también sistémica y emocional

Cuando todo esto se junta, la clase deja de ser una “actividad semanal” y se convierte en un espacio de referencia interna.

¿Qué hace diferente un enfoque de yoga consciente?

Si buscas “clases de yoga en Santa Cruz de Tenerife”, encontrarás muchas opciones.
Lo que marca la diferencia no es solo el estilo, sino cómo se sostiene la práctica.

En un enfoque de yoga consciente como el que trabajamos en Ling Natural Yoga:

  • No vienes a “rendir” ni a demostrar nada.
  • No comparamos cuerpos, historias ni procesos.
  • Trabajamos en grupos reducidos, para poder acompañar de verdad a cada alumno.
  • El objetivo no es “hacer más”, sino estar más presente en lo que sí puedes hacer hoy.

Por eso tantos alumnos comparten que sienten que:

  • la clase es un lugar seguro
  • pueden ser como son, sin impostar nada
  • salen diferentes a como entraron, incluso en días difíciles

Y cuando esto se repite semana tras semana, la vida empieza a percibirse distinta:
no porque fuera todo cambie, sino porque algo dentro se ha recolocado.

Cómo llevar el yoga más allá de la esterilla en tu día a día

Si ya practicas yoga —o estás pensando en empezar—, puedes empezar a vivirlo más allá de la esterilla con gestos muy simples.

Te propongo algunas prácticas concretas:

  1. Un minuto de respiración consciente al día
    • Elige un momento: al despertarte, antes de comer o al llegar a casa.
    • Cierra los ojos, siente los pies, respira suave durante 1 minuto.
    • Solo observa, sin querer cambiar nada.
  2. Pausa de 3 respiraciones antes de reaccionar
    • Cuando notes que te sube la tensión (discussión, correo difícil, atasco), para.
    • Inhala y exhala 3 veces de forma consciente.
    • Luego decide qué decir o qué hacer.
  3. Un gesto amable hacia tu cuerpo
    • Un estiramiento sencillo al levantarte.
    • Apoyar la espalda en la pared y respirar profundo.
    • Quitarte los zapatos y sentir el contacto de los pies con el suelo.
      No hace falta complicarlo: lo importante es recordar el cuerpo.
  4. Microespacios de silencio
    • 2–3 minutos sin móvil, sin música, sin pantallas.
    • Solo tú, tu respiración y el entorno.
    • Puedes hacerlo en el coche aparcado, en un banco, en la cocina.
  5. Llevarte una “semilla de clase” contigo
    Después de practicar, pregúntate: “¿Qué me quiero llevar hoy a mi día de esta experiencia?”
    Puede ser una palabra (calma, confianza, respeto) o una sensación. Intenta recordar esa “semilla” en algún momento de la jornada.

Así, poco a poco, la práctica deja de estar encerrada en una sala y se vuelve una manera de habitar tu vida.

Si sientes que es tu momento

Si estás en Santa Cruz de Tenerife y buscas:

  • clases de yoga consciente
  • un espacio donde se respete tu ritmo y tu historia
  • un enfoque que integre cuerpo, emoción y mente

en Ling Natural Yoga encontrarás una escuela inclusiva, especializada en yoga adaptado, yoga oncológico y yoga para el bienestar emocional, donde cada persona tiene su lugar.

Las experiencias que mis alumnos comparten cada semana son la mejor prueba de que el yoga, cuando se vive con presencia, puede cambiar la forma en la que te relacionas contigo y con tu vida.

Si algo de lo que has leído resuena en ti, quizá es el siguiente paso:
no solo hacer yoga, sino dejar que el yoga te acompañe más allá de la esterilla.

Si sientes que este tipo de práctica resuena contigo y quieres experimentar en tu propio cuerpo lo que mis alumnos comparten, te invito a dar el siguiente paso.

👉 Consulta aquí los horarios actualizados de las clases de yoga en la escuela:
https://www.lingnaturalyoga.com/horarios/

🧘‍♀️ Y si ya lo tienes claro y quieres probar, puedes reservar tu primera clase de yoga desde la tienda online aquí:
https://www.lingnaturalyoga.com/producto/1-clase-de-yoga/

Te espero en la esterilla, con cariño Ling.

¿Por qué hacer yoga?

El yoga es volver a casa: al cuerpo, al corazón y a la calma.
Ciencia, consciencia y presencia en cada respiración.
— Ling Natural Yoga

Yoga y meditación para niñ@s y adolescentes

Yoga y meditación para niñ@s y adolescentes

La práctica de yoga sin duda tiene innumerables beneficios para todas las personas. Desde mi experiencia, con yoga adaptado para la diversidad funcional, veo que es una gran disciplina que nos permite seguirla, practicarla, desde cualquier situación. No se trata de hacer posturas imposibles, sino de poder conectar con todo lo bueno que hay en nosotros, con nuestras cualidades positivas y de volver a nuestro “hogar” interno, donde hay espacio, quietud, serenidad, paz. Donde podemos ver con claridad nuestros sentimientos  y emociones, entendernos a nosotros mismos y pudiendo autoreglarnos.

 Evidentemente también está implicado nuestro cuerpo, nuestra respiración. Precisamente esto nos facilita habitarlo y llegar a este “hogar interno”. La respiración nos ayuda a modular nuestro sistema nervioso, ayuda a calmar la mente y el cuerpo, además de oxigenarnos mejor.

Me he formado como profesora de Yoga especial para personas y familias con necesidades especiales, yoga adaptado para la diversidad funcional en diferentes áreas, pero también en yoga para niños y adolescentes.  Y aquí quiero llegar. Si para todos es urgente cuidar nuestro bienestar, la práctica de yoga para los niños y adolescentes, yo diría que también lo es. Esta disciplina milenaria puede ofrecernos muchos recursos para la situación actual en la que vivimos: la inmediatez, la urgencia, la multitarea, el exceso de información, el voraz mundo digital.

La saturación digital, la gran conectividad que impulsa, el uso de pantallas a tempranas edades,  todo esto está calando de una forma muy silenciosa en nuestros pequeños, desconectándolos de la realidad, generando más vacío interior, incentivando la inmediatez y la cultura de la urgencia, elevando los niveles de estrés y ansiedad y comprometiendo el bienestar mental, los aleja de ellos mismos. Y avanzando, más en la adolescencia, donde lo que importa es su tribu, su imagen, pertenecer, ser popular, estar a la “moda”,  les impacta directamente en la autoestima y también en su imagen personal.

Es importante que nuestros pequeños aprendan a esperar, a regularse, a tener paciencia, a disfrutar en esa espera, porque al hacerlo, sabrán respirar, aprenderán a dar tiempo a las cosas y a darse tiempo a ellos mismos. Es importante que reconozcan sus emociones, que las puedan expresar, que puedan sentirse seguros expresándolas y que puedan sentirse apoyados  también al hacerlo.

En definitiva, no sólo fortalecemos el cuerpo, (flexibilidad, coordinación, fuerza, higiene postural, claro)  también lo hace la mente, la disciplina, la regularidad. Fomenta la autoexpresión, la creatividad, mejora la concentración y la atención, que luego es llevada a todas las áreas de su vida, incluida el académico, el familiar, el personal y social. Cultivamos la empatía y la compasión, empezando por ellos mismo,  incrementando la confianza en ellos mismos, importantísimo comenzar de pequeños, para que al llegar la adolescencia puedan tener un centro más estable, ante los vaivenes del crecimiento.  Asimismo aporta beneficios y herramientas para la reducción del estrés y la ansiedad, ayuda a autorregular el estado de ánimo, a ser más resilientes y tener recursos ante la frustración.

Resumiento, la práctica de yoga ofrece beneficios físicos, cognitivos y emocionales para que nuestros niños y niñas estén más despiertos ante la vida y se desarrollen y crezcan conectados a su corazón.

Ling

La huella que dejamos

En clase comentamos a menudo que nuestra cabeza va por un lado y nuestro cuerpo “en modo avión”, pues no estamos en conexión. La demanda externa a veces es cruda, rápida, exigente y nuestra cabeza va atendiendo y gestionando, pero no se deja tiempo al sentir. Cuando podemos parar a darnos cuenta de nuestra respiración, entonces podemos parar y habitarnos, aunque sea un poco.

Una de los cosas en las que reflexionaba hoy era en que si pusiéramos la mirada en la huella que dejamos, quizás esto cambiaría. Pues nos pararíamos a ver qué estamos haciendo, cómo lo estamos haciendo, como me estoy tratando y tratando a los demás. O, cómo estoy haciendo mi trabajo, por ejemplo… ¿Cómo te gustaría ser recordado? Es una pregunta clave, que además nos facilita traernos de vuelta al presente.

Esta reflexión viene por mi propia experiencia, cada dia es una oportunidad para aprender a estar presente, a pensar y hacer más lento, estar más en mi y más abierta a los demás. Lo cierto es que cada día tenemos “espejos” que nos muestran pistas de cómo nos estamos reflejando. Recientemente hemos cambiado de local, con todo lo que esto implica, reformas, obras, mudanzas… y ha sido curioso observar quienes ponían un plus de sí para que todo estuviera en tiempo, su dedicación y paciencia, además de dejar un trabajo impecable, nos ofrecían tranquilidad con su predisposición. Evidentemente la otra cara de la moneda también ha estado presente, sumándonos intranquilidad y estrés. Más allá de la profesionalidad, somos personas y a veces siento que este mundo global trata de poner distancia en esto, pero seguimos siendo personas antes que la profesión que ejerzamos. Esta deshumanización deja huella, deja impacto en lo personal y lo profesional.


En fin, cada paso cuenta, hagas lo que hagas. En todos los ámbitos de tu vida. Pero no se trata de sentirlo con presión, sino como una llamada a respirar, a ser persona, a sentirte y sentir al otro, en cada momento o ante cada paso.

Si hay algo que te gustaría cambiar, que te inspire este texto, ¿cuál es la dificultad para cambiarlo? ¿ es una dificultad real?
¿Qué huella quieres dejar? ¿Estás en ese camino?

Hoy puede ser un buen dia para volver a ti. 🩷🙏🏻

Ling

Feliz día a todos 🪷

Shavasana (Sánscrito: शवासन; IAST: śavāsana)

Considerada la postura más importante de todas, pues nos devuelve al cuerpo y nos conecta con nuestra serenidad interna. En nuestras clases es una postura de llegada y una postura de integración.

¿Cómo hacerla? Nos tumbamos boca arriba en la esterilla, abriendo las piernas y rotando los tobillos hacia fuera, con las manos mirando al cielo, facilitando rotar ligeramente los hombros hacia afuera y abriendo el pecho, estableciéndonos en una postura confortable, dejando todo el cuerpo estirado en el suelo, sin tensión, relajado, abierto, predispuesto para tan solo respirar y estar presente en él.

Shavasana nos “centra” para estar en contacto con la respiración, para traer de nuevo la mente a “casa” y habitar nuestro cuerpo a través de la respiración. Una pausa antes de comenzar la práctica que nos permite “aterrizar” tras el ajetreo diario, bajar el automático y centrarnos en nosotros, en nuestro cuerpo.

Al finalizar una sesión de yoga, es muy importante dejar el cuerpo integre todo lo que hemos trabajado, de esta manera nuestra energía puede asentarse, recibirse, al igual que los beneficios de la práctica. Pero también se puede realizar entre asanas, para reestablecernos en nuestro centro y respiración.

Al mismo tiempo, esta postura por sí misma tiene sus propios beneficios: ayuda a descansar, promueve la calma en la mente, libera el estrés, reduce tensión, permite una respiración profunda y lenta, centrando nuestra mente y aminorando la velocidad de nuestros pensamientos.

Si no las ha realizado nunca, te invito a probar, 10, 15 o 20 minutos, seguro que recuperas energía y te reinicias más fresc@.

Nos vemos en la esterilla.

Ling.

Los principios de la práctica de Yoga Natural.

Tadasana (en sánscrito: ताडासन, AITS: Tāḍāsana), samasthiti o postura de la montaña es una asana de pie en el yoga moderno. Es una postura utilizada como punto de partida para otras asanas. Es una postura considerada de nivel básico o para principiantes. Es el punto de partida de saludos al sol y de otras posturas, sin embargo a pesar de considerarse una postura de iniciación contiene en ella lo que hoy quiero explicarte.

Los principios de la práctica de Yoga (desde mi tradición).

1.- Alineación. Siempre que comenzamos la clase buscamos llegar con atención a nuestra postura, alineando nuestros pies a la altura de la cadera y calibrando donde está nuestro peso. Si lo estamos repartiendo bien, si no estamos hacia delante o hacia atrás. Es importante que nuestra columna crezca hacia al cielo, como una cremallera que se cierra hacia arriba.

2.- Centro. Establecernos en los dos pies, en equilibrio, sin dejar el peso en una pierna sola, o hacia los talones, o hacia la cara interna del pie, debemos repartir bien el peso y que nuestros pies estén paralelos, ajustados a la altura de la cadera. También observar si nuestras rodillas tienden a girar hacia dentro o hacia fuera.

3.- Enraizamiento. Establecernos en una buena base nos permitirá poder elevar nuestra caja torácica expandiendo el pecho, estirando el abdomen, observando una ligera activación de glúteos y caderas. Que además nos permitirá tomar conciencia de nuestro suelo pélvico que activaremos también. En este momento nuestro pecho expandido dará espacio a que nuestra glándula Timo pueda “respirar”, por lo que será beneficioso para conectar con una sensación de bienestar, pero además facilita que realice sus funciones de protección del organismo. La glándula Timo tiene un papel fundamental en la producción de Linfocitos T, defiende al organismo contra infecciones y cánceres.

4.- Gesto en calma. Incluso de pie, cara, cuello y hombros deben estar relajados. Nuestro rostro manifiesta las tensiones del cuerpo, sin embargo, si podemos relajar la cara, sostener este rostro neutro estaremos enviando un mensaje a nuestro cerebro de “todo está bien”, dicho de otra manera relajar nuestra cara ayudará a relajar nuestro cuerpo.

5.- Armonía en el movimiento. En Tadasana no nos movemos, respiramos lento, pero si es importante este último principio pues si hay armonía, hay atención. SI hay atención, entramos en una meditación en movimiento, descartando el automatismo. A los niños en clase, les digo, a “cámara lenta”, respirando. Nos facilita a sostener la atención en lo que estamos haciendo, en cómo lo estamos haciendo y en respirar mientras lo hacemos.

Deseo que te haya aportado este post. Muchas gracias por tu atención.

Nos vemos en la esterilla.

LIng.

Yoga y emociones

Esta semana pasada hemos vivido algunas anécdotas en las clases que imparto en la escuela, así como en otros espacios.

La práctica de yoga cuando se realiza con la atención que requiere, con el tiempo que requiere, con la conciencia en la respiración y en el proceso interno, traspasa los límites del mero ejercicio físico y drena más allá de nuestra mente, drena las emociones atrapadas en nuestro cuerpo.

Nuestro cuerpo registra todo lo que acontece siempre, aunque creamos que no, aunque lo hayamos olvidado, lo cierto es que nuestro cuerpo tiene memoria y no hay tiempo. Podemos obviar situaciones o incluso nuestro cerebro, para protegernos, puede “olvidar” según qué vivencias, pero el cuerpo sigue registrando. “Nuestro cuerpo lleva la cuenta” como nos explica el autor Bessel Van der Kolk en su libro.

En Yoga movilizamos nuestro cuerpo con amor, combinando la energía y la relajación, atendiendo a la respiración y estirando o contrayendo, relajando, tonificando, pero con la atención focalizada en el momento presente, en tu cuerpo y de nuevo en tu respiración.

Es normal, es saludable que dejemos que el cuerpo exprese, suelte, drene, por eso si lloramos,  suspiramos, bostezamos, estamos abriendo a pasos a ese drenaje necesario.

Es necesario oxigenar, soltar, respirar con amplitud, para poder descansar de verdad, desde dentro. Es necesario para soltar los velos internos que no nos dejan ver con claridad, hacia fuera y hacia dentro. Siempre digo en mis clases que el bostezo es bienvenido siempre, en cualquier momento, he de añadir que las lágrimas también, o la risa, o lo que nuestro cuerpo desee expresar.

Vivimos en un mundo que trata de encorsetar los instintos, la humanidad y nuestras emociones, donde todo debe ser perfecto, pero lo real es bien distinto. La vida es un milagro, es maravillosa y es así porque contiene de todo. Hace poco leí que la tristeza y la alegría van juntas siempre, si, y es porque si conoces una valoras la otra, si no, no sabríamos distinguir entre las dos, por ejemplo.

Asi que te invito a que disfrutes de tu práctica plenamente y puedas renovarte en cada sesión. Esto te ayudará a ir abriendo tu corazón, desde la bondad más auténtica que hay en ti y a mirar al mundo con ojos más claros y transparentes. Pero sobre todo a mirarte a ti, a sentirte a ti, con toda la plenitud y potencial que hay en ti.

Ling.